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miércoles, 9 de julio de 2014

Un curso escolar sin fin y con una reforma a medias

El atraso en la publicación del decreto del Consell que regula la ordenación, los currículos, los horarios y la evaluación de la Educación Primaria (publicado por fin el el DOPCV el pasado lunes)  junto con el el adelanto histórico de las clases el curso que viene al 3 de septiembre para Primaria y Secundaria, ha convertido el curso en “inacabable” y amenaza con provocar un auténtico desbarajuste.

Con está combinación de adelantos y retrasos, “se está exigiendo un gran esfuerzo a toda la comunidad educativa”, resume Loli Tirado, presidenta de la Confederación Gonzalo Anaya de asociaciones de padres.
“Si todo está listo para comenzar el curso el 3 de septiembre no será porque la Consejería de Educación ha creado las condiciones idóneas, sino por los equipos directivos, claustros docentes y madres y padres e alumnos que están dedicando mucho tiempo y toda la voluntad para comenzar el curso de la mejor manera posible”.

Las mismas asociaciones de padres llevan “un retraso considerable en tareas que en junio normalmente tenían ultimadas, como los servicios que ofrecen a las familias asociadas para la obtención de los libros de texto a causa de la aplicación de la LOMCE, ya se trate de la distribución o encomienda de los libros o su reutilización”, explican desde la Gonzalo Anaya.

Hasta ahora, los equipos docentes no “han podido decidir con garantías” acerca de los libros y materiales didácticos del próximo curso por no tener “claro el currículo de los nuevos planes de estudio”, constata Vicent Ripoll, presidente de la Associació Valenciana de Directors d'Infantil i Primària (Avdip). 

“Eso si, por lo que hasta ahora sabemos por las instrucciones sobre libros de texto, vamos a tener mucho margen para decidir cuáles usamos una vez que conozcamos el currículo”, prosigue, “Normalmente, no nos dan tanta autonomía”. Para Ripoll, director del colegio Ballester Fandos de Valencia, esa autonomía viene dada porque “tal como han hecho las cosas, sabían que no nos podían apretar mucho”. Al final, son los equipos directivos y docentes los que dan la cara y “si un padre protesta, ¿ a quién responsabilizas?, al que ha tomado la decisión deprisa y corriendo”.


En todo caso, las previsiones apuntan a que va a haber “muchísima” reutilización de libros, sugiere Ripoll a partir de lo que ha hablado con otros directores. Sobre todo, en cuarto y sexto de Primaria, aunque también en los nuevos cursos en los que ya se aplicará la LOMCE (1º, 3º y 5º), “añadiendo algunos apéndices acordes con las modificaciones del currículo que se publique”.


Por si faltaba algo para alargar el curso, desde la Gonzalo Anaya recuerdan que “también las ayudas al comedor escolar y su tramitación está provocando que las familias tengan que volver a los centros a presentar la solicitud durante julio”. El director del Ballester Fandos recuerda que la convocatoria de ayudas al comedor se publicó un día antes de acabar las clases, el 19 de junio, con una corrección de errores seis días después y la consiguiente dificultad para darlo a conocer a todas las familias. “Hemos procurado que al menos todos los que fueron beneficiarios el año pasado se enteraran bien”, explica el director.


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